Aunque Morelos fue un guerrillero que extendió el levantamiento en el Sur y ambas costas, no pudo establecer un jaque, un elemento de presión lo bastante serio a las tropas virreinales, no tuvo una oportunidad como la que tuvo Yanga, que fue cortar y controlar el camino entre Córdoba y Veracruz, como palanca de negociación.
Al morir Hidalgo y Allende, Aldama y Abasolo, quedaron los insurgentes divididos y sin líder, Rayón y otros se acercaron a Morelos, a raíz de los éxitos que este tuvo, y lo trataron, sin nombrarlo, como líder de todos ellos, aunque unos solo lo aceptaron para usarlo, como Rayón.
En la ciudad de Zitacuaro, donde se habían concentrado los jefes insurgentes,
Rayón y Morelos enviaron un pliego de peticiones al virrey, mismo documento que fue públicamente destruido en México, como signo de desprecio, actitud que fue tomada por el virrey, pues no había un elemento de presión política, ni un peligro para la Ciudad de México, centro nervioso de la Nueva España, ademas el clero había reaccionado drásticamente a través de la Inquisición, frenando la rebelión del bajo clero, con lo cual muchos curas se alejaron o se abstuvieron de intervenir.
La represión se hacia sentir, y funcionaba bien.
Surgieron en esta rebelión héroes como Morelos, los hermanos Galeana, la familia Bravo, padre y tres hijos, el cura Matamoros, el cura Torres, Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero y muchos otros que no son muy mencionados por la historia oficial, pues no fueron bien vistos por el clero, y pudieron ser ignorados por la historia que se escribió después de 1821.
Aquellos hechos que la historia oficial no puede ocultar, los disfraza, y los que no puede disfrazar los desvirtúa, a modo que las verdades mas evidentes queden ocultas al pueblo, creando una ceguera causada por el brillo de acciones bélicas que fueron importantes para los combates, pero intrascendentes para la guerra.
Se habla mucho del Pipila, durante la toma de la Alhondiga en Guanajuato pero no se habla del profundo desacuerdo que surgió entre Hidalgo y Allende en esta misma batalla, desacuerdo que fue decisivo para no tomar la Ciudad de México después de la batalla del Monte de las Cruces, perdiendo una posible y probable victoria, y la posible y probable consumación de la Independencia, en 1811, si o no sucediera lo anterior, se desvirtúa
una verdad mucho mas importante que un héroe que permitió tomar un fuerte.
Después de exitosas y también costosas campañas, sin haber puesto en peligro o haberse acercado a México o Veracruz, Morelos y Rayón, junto con los otros jefes establecieron un congreso en Chilpancingo y redactaron una constitución, basada en su celebre escrito de los Sentimientos de la Nación. Era 1813.
En el afán de protegerse a si mismos, el recién formado Congreso, con Rayón a la cabeza, dispusieron por votación, que Morelos los protegiera, anulando así las acciones de un excelente guerrillero, y permitiendo una fácil y posterior captura de Morelos, quien era por si mismo mucho mas importante que un congreso que no podría gobernar hasta después de la victoria, si esta se obtenía, cosa que no ocurrió jamas para ese congreso, y creo que ningún otro hasta el día de hoy.
Los congresos representan la voluntad de los poderosos, no la del pueblo, quien es solo el pretexto, vean si no, los gobiernos democráticos actuales toman decisiones que solo borracho el pueblo permitiría de no estar sujeto a un congreso “democráticamente electo”.
La importancia del Congreso se estableció por el hecho de ser un acto democrático, concepto tan oscuro y desconocido al pueblo de Nueva España como la Asamblea Legislativa Francesa.
Morelos por ser mestizo, cayo en manos de criollos, que para variar, lo usaron, así se acostumbraba entonces.
De donde pues surge proteger a un grupo de intelectuales y abogados, cuando bastaba con repartirlos entre los diferentes caudillos, sin que significaran una carga para Morelos y sus tropas, pues la idea surgió del grupo de criollos que formaron ese primer congreso, encabezados por Rayón.
Para mas estupidez, se le quitaron las tropas a Morelos, decisión también del Licenciado Rayón, “entre abogados te veas”, y validada por el Congreso, que entonces como ahora se limitaban a validar la decisión de un manipulador, no la voluntad del pueblo, en este caso los jefes y oficiales, Morelos incluido (en una situación de guerra lo importante es el líder) y el líder era Morelos, no Rayón, como lo demostrarían los hechos posteriores.
Un congreso en ese momento le era tan necesario a Morelos como ruedas a un barco.
Las tropas realistas se dedicaron a seguir al lento y estorboso congreso, y finalmente capturaron vivo a Morelos, acción que fue posible gracias a las pocas tropas que tenia y que su interés fue hasta el ultimo momento, proteger al absurdo e inútil congreso, que emitió una constitución que nunca fue aplicada, ni volvió a constituirse como congreso.
Dicho sea de otra forma, debut y despedida en una sola función, como diría un critico de teatro.
Morelos fue capturado, juzgado y degradado por la Inquisición, es decir el clero, quien lo entrego al ejercito realista y este, lo fusilara como traidor....
Vaya suerte, vaya congreso, en próxima entrega veremos las campañas de Morelos, y lo que siguió...
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